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HISTORIA DE UNA REALIDAD ANUNCIADA

HISTORIA DE UNA REALIDAD ANUNCIADA...

...Hoy comparto contigo una historia que tal vez resulte conocida en tu diario devenir.

"Tal vez digas que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que un día te unas a nosotros y el mundo será uno solo". John Lennon

Reflexión de una REALIDAD ANUNCIADA...

En mi reflexión sobre lo sucedido en esta última semana, extraigo varias conclusiones de aprendizaje, porque el equivocarme ante una situación, no me otorga derechos para sentirme culpable de los resultados.

He creído sinceramente en revivir una realidad, esa realidad que aún quedaba como “asignatura pendiente” y no pensé en aquel momento, que las personas cambiamos con el tiempo, más la esencia es la que perdura. El tiempo, no es algo que puede volver atrás lo vivido, al contrario, es parte de un pasado que hay que guardarlo como tal y aprender a cerrar el capítulo de una historia que no fue. Y si en este presente se vive el pasado, es porque no hemos cerrado ese capítulo. Reconozco que mi intuición me indicaba otra realidad, otra decisión y el saltar esa regla, fue determinante para que viviera una pesadilla. Fue ahí cuando sentí más que nunca que “Somos Responsables de Nuestros Actos” convirtiéndome en el actor principal de mi Historia de una realidad anunciada...

El hombre que se levanta es aún más grande, que el que no ha caído” Concepción Arenal

La vida es una sucesión de hechos que merecen ser vividos armoniosamente y si por alguna razón se tienen que tomar decisiones determinantes y elegir otro camino diferente al trazado inicialmente, hay que aceptar el cambio, ya que nos estará indicando  el camino correcto.

La experiencia, es aquello que nos sucede mientras vivimos y cuando nos damos cuenta ya hemos transitado gran parte de nuestro camino. El tema es el aprendizaje extraído de esa vivencia y no repetir patrones, porque si no, seguiremos repitiéndolos hasta que aprendamos de esa experiencia. De nada sirve lamentarse y decirse: “Por qué no escuché a mi voz interior” Es la razón de mi corazón y si he aprendido esta lección, escucharé la próxima vez.

“Comenzaras a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el término  mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en vacío. Aceptaras incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitaras perdonarlas”.

A veces creemos que quien nos brinda desinteresadamente algo, es porque así lo siente y es así como lo aceptamos y al sucederse una situación inesperada, revierte esa actitud en una sucesiva catarsis de reproches, de todo el esfuerzo que hizo para “obsequiarnos” su tiempo o algo material, terminando siendo culpables de una situación suscitada por el egoísmo no reconocido del otro.

“De aquel que opina que el dinero lo puede todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de todo por el dinero” Benjamín Franklin

La vida se llena cotidianamente de ejemplos, en los que las personas ignoramos la imprescindible coherencia que nuestras opiniones y actos deben a nuestros valores, olvidando frecuentemente la capacidad de discernir entre lo que nos enciende el corazón y lo que aconseja nuestra razón, resultando más en un autoengaño o simulación hipócrita.

AUTOENGAÑO

Porque el amar y querer, no son sinónimos sino antónimos, el querer lo exige todo, el amar lo entrega todo.

Tendemos a proyectar en el otro u objetos los sentimientos, impulsos o pensamientos propios que resultan inaceptables para sí. Se «proyectan» las cualidades, sentimientos, pensamientos, deseos, cualidades u «objetos» que no terminan de aceptarse como propios, porque generan angustia o ansiedad, dirigiéndolos hacia algo o alguien y atribuyéndolos totalmente al objeto externo.

No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, también hay que aprender a perdonarse y gritar la rabia contenida. La rabia es sana, si la sabes expresar, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da derecho a ser cruel ni contigo ni con el otro.

“Todo ha sido descubierto, excepto como vivir”.
Jean Paul Sartre (1905-1980)

SER - HACER - TENER

Aprender a vivir armoniosamente, depende de cada uno de nosotros.

Aprender a escuchar nuestra vocecita interior es parte de nuestra experiencia.

Conocerse interiormente es tan importante como saber caminar o emplear las manos. La sabiduría real surge del conocimiento de uno mismo.

Recuerda que el proceso de evolución, perfeccionamiento y autodescubrimiento es eterno.

“El ignorante trabaja para su propio bienestar y el sabio trabaja para el bienestar del mundo”

Evoluciona perfeccionándote desde el AMOR

Agustina Gómez Rodríguez

GraphoLife^® Coaching Grafológico